Los suicidios del salto del Tequendama y el hotel abandonado.
- Gustavo cortes
- 2 dic 2018
- 2 Min. de lectura
En Colombia, cerca de la ciudad de Bogotá hay una cascada de agua que ha servido de tumba para decenas de suicidas, que durante la primera mitad del siglo XX, se lanzaban a sus aguas buscando la muerte: El Salto del Tequendama.
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Se cuenta que durante los años treinta, e incluso hoy en día, suicidas de Bogotá y otras regiones cercanas emprendían el viaje hasta esta catarata de agua, buscaban la orilla para luego lanzarse en caída libre a 156 metros de altura .
Las razones por la que los suicidas escogían el salto de Tequendama para suicidarse es porque su geografía aseguraba su muerte y desaparición total del cadáver ¿motivos? la mayoría de los suicidas lo hacían por amor, tras enterarse de alguna enfermedad terminal, por deudas, algunos por no saber llevar la soledad y otros simplemente saltaron llevándose las razones de su final.
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Otros dicen que el motivo de los suicidios era porque de manera extraña e inexplicable el lugar atraía a la gente y los impulsaba a saltar en él. Así aseguran algunos, quienes dicen que existe más de una historia sobre personas que se encontraban tranquilas caminando por el lugar, y sin ninguna explicación, corrieron hasta la orilla y saltaron al vacío.
En el lugar se encuentran unas antiguas placas, en las cuales todavía se podía leer: Tus problemas tienen solución” “El señor Jesucristo te dice: yo soy el camino, la verdad y la vida”
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Otro de los elementos del entorno, que comenzó a formar parte del escenario de los fatales clavadistas, fue una virgen, ubicada en frente de la piedra de los suicidas, a la cual algunos le pedían bendiciones antes de saltar. La imagen comenzó a llamarse “La Virgen de los Suicidas”.
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El hotel del salto del Tequendama.
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Este hotel solía hospedar a los más representativos personajes de la élite colombiana. Después, funcionó como un terminal de ferrocarril, luego como un restaurante y ahora, gracias al trabajo de arquitectos y amantes de la historia, funciona como un museo.
se encuentra justo frente a la cascada.
Durante la década de los noventa y la primera del 2000 el viejo hotel cayó en el olvido y un sinfín de cuentos de horror terminaron por tejer su historia. Se dice que los espíritus de los suicidas rondan este hotel.
Gritos, apariciones, hombres sin cabeza y ruidos extraños son algunas de las cosas que se escuchan en el hotel que desde 1924, ha sido testigo silencioso del salto de los suicidas.
Sin embargo, ella misma fue el escenario de numerosas peleas y asesinatos, ocurridos en el bar que funcionaba en el hotel.
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